D irigido a ayudar a todas aquellas personas que sufren distintos malestares que pueden ser curados con un tratamiento psicoanalítico.

Estos malestares, y solo nombraremos algunos, pueden ser fenómenos de ansiedad, estados depresivos e inhibición, la cual lleva aparejada restricciones funcionales, ya sea en la esfera del cuerpo (impotencia, frigidez, claustrofobia) ya sea en la esfera del pensamiento (dificultades de aprendizaje, etc.).

Además de estos fenómenos, existen otros síntomas que pueden curarse gracias al tratamiento analítico, tales como fracasos escolares, alteraciones del estado de ánimo, insomnio, dolores de cabeza, rituales, compulsiones, fobias, obsesiones, adicciones y un largo etcétera que hace imposible su enumeración.

En tercer lugar, tenemos un fenómeno cada vez más común: la angustia. Esta puede aparecer sola o desarrollarse con distintos miedos, por ejemplo, a la muerte, e ir acompañada de palpitaciones, ataques de pánico, pavor nocturno (más frecuente en niños), aquello que conocemos como estrés, etc.

El psicoanálisis también es útil en diversas afecciones psicosomáticas, como el colon irritable, algunos trastornos de la piel, asma…

Por último, no hay que dejar de lado algo fundamental y que no suele contemplarse, hablamos de las distintas enfermedades orgánicas. No se trata solo de convivir con ellas, sino de que con un tratamiento psicoanalítico adecuado mejore su calidad de vida y de manera notable.